
En Jerez de la Frontera fue donde nació aquella que cautivó a todo el mundo con su carácter temperamental, con su baile lleno de raza y con una voz pasional. Tres elementos que hicieron que se convirtiera en una gran estrella del flamenco gracias a canciones que ya se han convertido en clásicos como sería el caso de “La zarzamora”, “A tu vera”, “Ay, pena, penita, pena” o “Torbellino de colores”.